Es el tiempo para meditar y contemplar las maravillas que hay alrededor nuestro. Nos hemos acostumbrado a la rapidez, que nos ha robado la oportunidad, de reflexionar y regocijarnos en las bellezas que el Creador nos ha regalado. Tiempo para reflexionar y pensar cuanto amamos a nuestros seres queridos, a nuestras amistades, a nuestros vecinos, y aquellos que pasan por nuestro lado, aun sin conocerlos. Cuan maravilloso es amar. Hay paz interior y nos sentimos llenos de alegria. Contempla este hermoso panorama, que es corto, pero refrescante.